LA COLA DEL DIABLO Y EL DIABLO QUE METE LA COLA

LA COLA DEL DIABLO, es una obra del pensamiento marxista latinoamericano escrita por José María Aricó, en la cual estudia la influencia de Antonio Gramsci en la práctica política del siglo XX y sobre las sociedades de América Latina proponiendo la revisión de las relaciones entre la política, la democracia y la teoría.
Duhalde es una versión trucha que podría llamarse EL DIABLO METE LA COLA, algo así como una cola del diablo, pero en el espejo...

Duhalde se “lanzaría” la próxima semana

Por Carlos Manuel Acuña

Pese a encontrarse todavía en el exterior, donde tuvo importantes reuniones políticas y contactos con dirigentes de primer nivel de Europa y los Estados Unidos -se asegura que entre ellos estuvo el actual enviado del gobierno norteamericano para los asuntos latinoamericanos, Arturo Valenzuela-, el ex presidente de la República Eduardo Duhalde lanzaría oficialmente su candidatura a la jefatura del Partido Justicialista, en abierto enfrentamiento con Néstor Kirchner. Lo haría durante una concentración relativamente cerrada que se efectuaría en principio a mediados de la semana próxima, en una quinta de la localidad bonaerense de Lomas de Zamora, oportunidad en que pondría de manifiesto las adhesiones de los “punteros” y jefes partidarios de la provincia de Buenos Aires. También participarían algunos intendentes, pero el peso de la representación política del justicialismo estaría representado por unos 800 dirigentes cuyo apoyo estaría confirmado mediante la firma de un acta o documento que analizaría la situación con tono descarnado y realista. De esta manera, se preservaría a los intendentes para evitarles la venganza de Néstor Carlos, quien les retendría los fondos que les corresponde. Por supuesto, ni pensar en Scioli para superar este problema.

De esta manera, Duhalde, quien se siente responsable por haberle abierto el camino a Néstor Kirchner a la Primera Magistratura, acelerará la carrera confrontativa con el matrimonio presidencial, que amenaza con desplegar, sin límites, toda su capacidad para mantenerse en el poder. Así lo explican los hechos ocurridos hasta hoy, hechos que son recogidos en la conversación con una fuente más que cercana al duhaldismo, que solicitó que su nombre sea mantenido en reserva, al menos hasta que llegue el momento de las esperadas declaraciones y demostraciones de capacidad político-partidaria.

Siempre en concordancia con nuestra fuente, Duhalde recorrería los diferentes hechos políticos, institucionales y económicos que aceleraron el desmoronamiento del kirchnerismo, aunque el primer paso consistiría no sólo en cuestionar el gobierno provincial de Daniel Scioli, cuya gestión se encuentra al borde del colapso. En tal sentido, la concentración que se organiza se realizará en medio de un alarmante incremento de la inseguridad pública, caracterizada no sólo por asaltos, robos y secuestros, sino también por muertes violentas que han puesto un sello muy especial a esta situación. El escenario está agravado por el virtual estado deliberativo de la poderosa Policía de la Provincia de Buenos Aires, donde es fácil encontrar quejas y molestias idénticas a la que siente y expresa la población y otras fuerzas policiales del País, incluyendo a la Policía Federal.

Este estado deliberativo -por así llamarlo- ofrece distintos ángulos de interpretación, pero con un denominador común que apunta contra la reforma de los Códigos y la instalación del llamado “progresismo”, que ata de pies y manos cualquier esfuerzo por mantener el orden como es debido.

Podríamos extendernos ampliamente sobre esta temática, que juntamente con una reconocida corrupción, ha instalado en la Argentina una atmósfera anárquica que para cualquier observador reviste el carácter de irreversible, sobre todo si se la relaciona con la iliquidez de recursos por parte del Estado y la amenaza del kirchnerismo de no cumplir con su obligación de remitir a las provincias los fondos de la coparticipación federal.

Este dato es por demás conocido para explayarnos ahora sobre sus detalles que junto con otros ha llegado con sus anomalías a los niveles judiciales, diplomáticos y a una situación de imprevisibilidad que abarca a todos los sectores. Esto también es irreversible y asegura que de aquí en adelante se vivirá una intensa y anormal actividad política, sobre todo ante la proximidad de la Navidad y las festividades de fin de año que convierte a este proceso en algo inédito.

Conviene recordar los contactos mantenidos por Duhalde con las más diversas expresiones empresarias previo a su viaje al exterior, el incremento de la desocupación y de la inflación que alimentaron estas conversaciones, junto con las coimas y otras corruptelas que caracterizan a la Argentina de hoy, el malestar que se registra claramente en todos los estamentos sociales y algo también inédito como son las protestas públicas de sectores de izquierda que Néstor Carlos Kirchner siempre alentó como metodología para incrementar su poder.

Ahora que la denominada Caja se acaba rápidamente, que con desesperación el gobierno busca recursos en todas las estructuras que acumulan ahorros y previsiones civiles o militares, empresarios o simplemente de los jubilados a quienes les quitaron sus fondos, la escena se muestra cada vez más complicada y hasta peligrosa, con la instalación no reconocida de una desobediencia fiscal y el inexplicable respaldo al secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno, en su carrera de impedimentos a las exportaciones de donde deberían provenir los ansiados recursos.

De allí que las palabras de Duhalde son esperadas con notable expectativa y que sus próximos pasos políticos y partidarios, además de abrir explicables especulaciones respecto de alianzas y candidaturas futuras, permiten darle credibilidad a la versión que habla de un posible acortamiento del plazo electoral, vincularlo con la fundada curiosidad en torno de una demasiado demorada candidatura del santafecino Reutemann (podría definirse al final del verano) y cómo se distribuirán los acuerdos y competencias que rodearán el próximo derrumbe del kirchnerismo. Nuestra fuente, con un tono que no pudo ser enigmático, dijo con aire resignado: "En este verano no habrá vacaciones..."