jueves, 31 de marzo de 2011

Saltaron los botones

La ministra de Seguridad, Nilda Garré, dio un nuevo paso en la renovación de la Policía Federal y en las estrategias contra el delito en el distrito porteño: ayer dispuso el cambio de jefes en 48 de las 53 comisarías de la Ciudad de Buenos Aires. En esa renovación, habrá 36 seccionales con jefes nuevos, 12 con titulares que provienen de otras comisarías y sólo cinco que se quedan donde están. Garré hace así una fuerte demostración de que continuarán como jefes sólo los que mantengan bajos los índices de delitos en su zona y se muestren activos con procedimientos para esclarecer casos, prevenir hechos y realizar las detenciones que correspondan. Los que no respondan a esos parámetros o se los vincule con fuentes de recaudación ilegal serán desplazados.
Texto completo acá.
"¡Mirá como tiemblo!", dijo un cobani. "Si las estadísticas las dibujamos siempre nosotros. A partir de ahora con no tomar denuncias alcanza".
"Y para esclarecer delitos, siempre tenemos un "perejil" a mano.

domingo, 27 de marzo de 2011

Aprenderás…

Por Jorge Luis Borges

Después de algún tiempo aprenderás la sutil diferencia entre sostener una mano y encadenar un alma, y aprenderás que amar no significa apoyarse, y que compañía no siempre significa seguridad. Comenzarás a aprender que los besos no son contratos, ni los regalos son promesas...

Aprenderás que con la misma severidad conque juzgas, también serás juzgado y en algún momento condenado.

Aprenderás que no importa en cuantos pedazos tu corazón se partió, el mundo no se detiene para que lo arregles. Aprenderás que es uno mismo quien debe cultivar su propio jardín y decorar su alma, en vez de esperar que alguien le traiga flores.

Comenzarás a aceptar tus derrotas con la cabeza alta y la mirada al frente, con la gracia de una mujer y no con la tristeza de un niño y aprenderás a construir hoy todos tus caminos, porque el terreno de mañana es incierto para los proyectos, y el futuro tiene la costumbre de caer en el vacío.

Después de un tiempo aprenderás que el sol quema si te expones demasiado. Aceptarás incluso que las personas buenas podrían herirte alguna vez y necesitarás perdonarlas.

Aprenderás que hablar puede aliviar los dolores del alma. Descubrirás que lleva años construir confianza y apenas unos segundos destruirla y que tu también podrás hacer cosas de las que te arrepentirás el resto de la vida.

Aprenderás que las nuevas amistades continúan creciendo a pesar de las distancias y que no importa que es lo que tienes, sino a quien tienes en la vida y que los buenos amigos son la familia que nos permitimos elegir.

Aprenderás que no tenemos que cambiar de amigos, si estamos dispuestos a aceptar que los amigos cambian.

Descubrirás que muchas veces tomas a la ligera a las personas que más te importan y por eso siempre debemos decir a esas personas que las amamos porque nunca estaremos seguros de cuando será la última vez que las veamos.

Aprenderás que las circunstancias y el ambiente que nos rodea tienen influencia sobre nosotros, pero nosotros somos los únicos responsables de lo que hacemos. Comenzarás a aprender que no nos debemos comparar con los demás, salvo cuando queramos imitarlos para mejorar.

Descubrirás que lleva mucho tiempo para llegar a ser la persona que quieres ser, y que el tiempo es corto. Aprenderás que no importa a donde llegaste, sino a donde te diriges. Aprenderás que si no controlas tus actos ellos te controlaran y que ser flexible no significa ser débil o no tener personalidad, porque no importa cuan delicada y frágil sea una situación: siempre existen dos lados. Aprenderás que héroes son las personas que hicieron lo que era necesario enfrentando las consecuencias. .. Aprenderás que la paciencia requiere mucha práctica.

Descubrirás que algunas veces, la persona que esperas que te patee cuando te caes, tal vez sea una de las pocas que te ayuden a levantarte. Madurar tiene más que ver con lo que has aprendido de las experiencias, que con los años vividos.

Aprenderás que hay mucho más de tus padres en ti de lo que supones. Aprenderás que nunca se debe decir a un niño que sus sueños son tonterías, porque pocas cosas son tan humillantes y seria una tragedia si lo creyese, porque le estarás quitando la esperanza. Aprenderás que cuando sientes rabia, tienes derecho a tenerla, pero eso no te da el derecho de ser cruel.

Descubrirás que sólo porque alguien no te ama de la forma que quieres, no significa que no te ame con todo lo que puede, porque hay personas que nos aman, pero que no saben como demostrarlo. .. No siempre es suficiente ser perdonado por alguien, algunas veces tendrás que aprender a perdonarte a ti mismo.

Si algo he aprendido en la vida, es que la mentira se pone en contra de quien la inventa y a la larga siempre surge la luz de la verdad.

miércoles, 9 de marzo de 2011

Cosas que pasan

José Larralde


Audio: Cosas que pasan <=Clic

Nadie salió a despedirme
cuando me fui de la estancia,
solamente el ovejero,
un perro, cosas que pasan...

El asunto, una zoncera,
un simple cambio 'e palabras,
y el olvido de un mocoso,
del que puedo ser su tata.

Y yo que no aguanto pulgas,
a pesar de mi inorancia,
ya no más pedí las cuentas,
sin importarme de nada.

No hubiera pasado ésto,
si el padre no se marchara,
pero los patrones mueren,
y después los hijos mandan.

Y hasta parece mentira,
pero es cosa señalada,
que de una sangre pareja,
salga la cría cambiada.

Los treinta años al servicio,
pal mozo... no fueron nada,
se olvidó mil cosas buenas,
por una que salió mala.

Yo me había aquerencia'o,
nunca conocí otra casa,
que apegao a las costumbres,
me hallaba en aquella estancia.

Si hasta parece mentira,
mocoso sin sombra e barba,
que de guricito andaba,
prendido de mis bombachas.

Por él le quité a unos teros,
dos pichoncitos. ¡Malaya!,
y otra vez, nunca había bajao un nido,
y por él gatié las ramas.

Cuando ya se hizo muchacho,
yo le amansé el Malacara,
y se lo entregué de riendas,
pa que él sólo lo enfrenara.

Tenía un lazo trenza'o,
que gané en una domada,
pal santo se lo osequié,
ya que siempre lo admiraba.

Y la única vez que el patrón
me pegó una levantada,
fue por cargarme las culpas,
que a él le hubieran sido caras.

Zonceras, cosas del campo,
la tranquera mal cerrada,
y el terneraje 'e plantel,
que se sale de las casas,
y eso, pal finao patrón,
era cosa delicada.

Y bueno, pa que acordarse
de una época pasada,
me dije pa' mis adentros,
todo eso no vale nada.

Sin mirarnos, arreglamos,
metí en el cinto la plata,
le estiré pa despedirme
mi mano, pa que apretara,
y me la dejó tendida,
cosa que yo no esperaba.

Porque ese mozo no sabe,
si un día he de hacerle falta...
Tranqueando me fui hasta el catre,
alcé un atao que dejara,
y rumbié para el palenque,
echándome atrás el ala,
ensillé, gané el camino,
pegué la última mirada
al monte, al galpón, los bretes,
el molino, las aguadas.

De arriba abrí la tranquera,
eché el pañuelo a la espalda,
por costumbre, prendí un negro,
talonié mi moro Pampa,
y ya me largué al galope,
chiflando como si nada.

Naide salió a despedirme
cuando me fui de la estancia,
solamente el ovejero,
un perro, cosas que pasan...