Existen 18 plantas verificadoras, una en cada Delegación Departamental de Investigaciones que, a un promedio de 100 a 150 vehículos diarios, hacen un promedio de al menos 2000 vehículos diarios en toda la provincia. Las plantas, según se lee entrelíneas en la denuncia de Stornelli, es un eslabón clave para el mercado negro del robo de vehículos porque allí se entregan los certificados que habilitan al vehículo a su compraventa. En pocas palabras, para que el auto robado ingrese blanqueado al mercado automotor requiere del certificado verificador que lo ingresará luego al Registro de la Propiedad Automotor. En todas las ciudades bonaerenses donde funciona una delegación del RPA, existen delegaciones policiales que otorgan los correspondientes avales. Y hecha la ley, hecha la trampa. Lo que ahora se está denunciando es que esa trampa la produce personal policial en funciones y que existen serias sospechas de que hay capacidad de reclutar jóvenes como sicarios tanto para desestabilizar como para cometer los robos que proveerán al negocio.
Texto completo: El negocio de las verificaciones
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sábado, 19 de diciembre de 2009
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