
Pese a ese comportamiento técnico desastroso y de fraude en sus operaciones, la opinión de las calificadoras es requerida por el mundo mediático dominante y por los grandes fondos de inversión en la evaluación de los países. En la debacle del euro están profundizando la crisis de España y Grecia al rebajar las notas de sus bonos soberanos y de la deuda emitida por empresas de esa nacionalidad, en una dinámica perversa de destrucción de esas economías vía ajustes más privatización y fuga de capitales acelerada por esas evaluaciones.
Fuente: Página/12
Pese a la responsabilidad que hasta el Congreso de Estados Unidos les atribuye a las calificadoras de riesgo en la propagación de la crisis, sus notas siguen definiendo la suerte de los países deudores. Ayer, volvieron a castigar a Grecia.
La agencia de calificación Moody’s les rebajó la nota a los bonos de deuda griegos hasta el nivel de “inversión especulativa”, que en la jerga financiera equivale a “bonos basura”. El castigo a la golpeada economía helénica, según el comunicado de la calificadora, “refleja nuestro análisis del equilibrio entre las fortalezas y los riesgos asociados con el plan de ayuda aprobado por la Eurozona y el FMI”. Más allá del evidente problema de solvencia griego que está reflejando la nota de Moody’s, tanto esta agencia como sus pares Standard & Poor’s y Fitch son objeto de fuertes críticas por su papel en la formación de la burbuja que terminó en el estallido de la crisis internacional y por ello están siendo investigadas por el gobierno norteamericano. El panorama en Europa es muy frágil: en el lapso de una semana, la UE debió salir dos veces a desmentir que se esté preparando un paquete de ayuda para España. Sin embargo, ayer el euro recuperó algo de terreno frente al dólar.
Fuente: Página/12
1 comentario:
Muy buen planteo.
Las calificadoras son mas chantas que el personaje del negro.
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