- El hombre soltero es un animal incompleto, el casado es un completo animal.
- El que ríe último es porque no entendió el chiste.
- La esclavitud no se abolió, se cambió a 8 horas diarias.
- Si no eres parte de la solución... eres parte del problema.
- Errar es humano... pero echarle la culpa a otro, es mas humano todavía.
- Lo importante no es saberlo todo, sino tener el teléfono del que sabe.
- Ser sincero no es decir todo lo que se piensa, sino no decir nunca lo contrario de lo que se piensa.
- Cuando tiene que decidir el corazón es mejor que decida la cabeza.
- La sinceridad es el pasaporte de la mala educación.
- Por severo que sea un padre juzgando a su hijo, nunca es tan severo como un hijo juzgando a su padre.
- El que no se atreve a ser inteligente, se hace político.
- No te metas en el mundo de las drogas... Ya somos muchos y no alcanza.
- La mujer adora al hombre igual que el creyente adora a Dios: pidiéndole todos los días algo.
- El sueño del héroe, es ser grande en todas partes y pequeño al lado de su padre.
- Aprovechar las censuras ajenas para mejorarnos a nosotros mismos, es similar a utilizar una medicina amarga para curarnos.
- El que no esté seguro de su memoria, debe abstenerse de mentir.
- La política es el arte de buscar problemas, encontrarlos, hacer un diagnóstico falso y aplicar después los remedios equivocados.
- Encuentro la televisión muy educativa. Cada vez que alguien la enciende, me retiro a otra habitación y leo un libro.
- El secreto de la política es la honestidad y el juego limpio, si puedes simular eso, serás diputado o senador.
- Fuera del perro, un libro es probablemente el mejor amigo del hombre, y dentro del perro probablemente está demasiado oscuro para leer.
- Nunca olvido una cara pero con la suya voy a hacer una excepción.
- Inteligencia militar son dos términos contradictorios.
- Los perros que se pelean contra ellos, se unen contra los lobos.
- El 28 de diciembre nos recuerda lo que somos durante los otros 364 días del año.
- El matrimonio es una gran institución. Por supuesto, si te gusta vivir en una institución.
- Todavía no sé qué me vas a preguntar, pero me opongo.
- Son los inocentes y no los sabios los que resuelven las cuestiones difíciles.
- Un hombre con una idea nueva es un loco hasta que la idea triunfa.
- Los hombres y la mujeres son como la Luna: tienen una cara oscura que a nadie enseñan.
- He pasado una noche absolutamente maravillosa. Pero no ha sido ésta.
- Recoged a un perro que anda muerto de hambre, engordadlo y no os morderá. Esa es la diferencia más notable que hay entre un perro y una persona.
- Dejar de fumar es fácil. Yo ya lo dejé unas cien veces.
- Nunca voy a ver películas donde el pecho del héroe es mayor que el de la heroína.
- Al cumplir los setenta años me he impuesto la siguiente regla de vida: No fumar mientras duermo, no dejar de fumar mientras estoy despierto, y no fumar más de un solo cigarrillo a la vez.
- La gran diferencia entre un gato y un mentiroso es que el gato tiene apenas nueve vidas.
- Desde el momento en que cogí su libro me caí al suelo rodando de risa. Algún día espero leerlo.
- De los fumadores podemos aprender la tolerancia. Todavía no conozco uno solo que se haya quejado de los no fumadores.
- Los vicios vienen como pasajeros, nos visitan como huéspedes y se quedan como amos.
- ¿A quién va usted a creer, a mí o a sus propios ojos?
- Una casa será fuerte e indestructible cuando esté sostenida por estas cuatro columnas: padre valiente, madre prudente, hijo obediente, hermano complaciente.
- Estos son malos tiempos. Los hijos han dejado de obedecer a sus padres y todo el mundo escribe libros.
- Nunca pertenecería a un club que admitiera como socio a alguien como yo.
- Los hijos son las anclas, que atan a la vida a sus padres.
- No le evitéis a vuestros hijos las dificultades de la vida, enseñadles más bien a superarlas.
- El que sabe corresponder a un favor recibido es un amigo que no tiene precio.
- Al hombre perverso se le conoce en un sólo día; para conocer al hombre justo hace falta más tiempo.
- Quien no haya sufrido lo que yo, que no me de consejos.
- La primera mitad de nuestra vida nos la estropean nuestros padres; la segunda nuestros hijos.
- La obra humana más bella es la de ser útil al prójimo.
- La verdad puede más que la razón.
- Una mentira nunca vive hasta hacerse vieja.
- Noble cosa es, aún para un anciano, el aprender.
- No se puede juzgar la vida de un hombre hasta que la muerte le ha puesto término.
- Un Estado donde queden impunes la insolencia y la libertad de hacerlo todo, termina por hundirse en el abismo.
- La vergüenza de confesar el primer error, hace cometer muchos otros.
- Una persona nunca debe avergonzarse por reconocer que se equivocó, que es tanto como decir que hoy es más sabio de lo que fue ayer.
- Humano es errar; pero sólo los estúpidos perseveran en el error.
- ¿Qué cosa hay más grande que tener con quien te atrevas a hablar como contigo mismo?
- A quien teme preguntar, le avergüenza aprender.
- Aquel que pregunta es un tonto por cinco minutos, pero el que no pregunta permanece tonto por siempre.
- Hacer preguntas es prueba de que se piensa.
- Es fácil hablar claro cuando no va a decirse toda la verdad.
- Más vale feo y bueno que guapo y perverso.
- Un libro abierto es un cerebro que habla; cerrado un amigo que espera; olvidado, un alma que perdona; destruido, un corazón que llora.
- Cuando hables, procura que tus palabras sean mejores que el silencio.
- Con mis maestros he aprendido mucho; con mis colegas, más; con mis alumnos más aún.
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Fuentes: Anécdotas. Facundo Cabral
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De "Les Luthiers"
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