lunes, 7 de septiembre de 2009

Un cuento de Angeles. Inspirado en el gaucho piquetero mas famoso desde la 125

Por Alfredo Castaño

Había una vez un señor nacido el una provincia argentina, era del campo aunque en realidad vivía en la ciudad, pero había trabajado en el campo y sabia mucho del tema. Desde su juventud siempre se destacó por ser una persona frontal, se autodefinía como decente, honesto y patriota. También como uno de los gringos que hicieron grande a este país. Razón no le faltaba en decir eso, porque las corrientes migratorias promovidas desde nuestras tierras trajeron muchos hombres y mujeres que le aportaron a Argentina, todas sus ganas de progresar, mucho sacrificio y su cultura en el sentido más amplio de la palabra. A cambio, se encontraron con una tierra que los recibía sin exigencias para radicarse y buscar las oportunidades que su patria de origen no solo no les brindaba, sino que la situación que atravesaba la transformaba en una patria expulsiva. Estas corrientes migratoria propiciada por los estados procuraban que la propuesta cubriera las necesidades de ambas partes, es decir que el resultado fuese ganador-ganador. Después la realidad que siempre difiere de la teoría, dio como resultado que algunos ganaron poco, algunos perdieron y otros ganaron mucho. Dentro de ese segmento de la historia argentina, pero solo dentro de ese segmento, es donde podemos ubicar los orígenes del señor de esta historia. En este contexto de inmigraciones, muchos hombres y mujeres de otras nacionalidades fueron recibidos y poblaron e hicieron grandes muchos pueblos de nuestra patria, hasta llegaron a fundar nuevos pueblos. Para los pobladores locales eran los gringos. Las generaciones fueron pasando y los descendientes pasaron a ser los gringos argentinos, pero solo por el origen porque el arraigo a la tierra de esas generaciones que sobrevinieron a las migraciones fue grande, nacieron, se educaron, trabajaron formaron sus familias y murieron en su patria. Lo de gringo, en el campo, tiene ya mas que ver con los orígenes que con el presente. Bueno, este gringo argentino llegó a la madurez no sin antes, y fruto de su compromiso con los pequeños productores del campo que habitaba lograr ser un referente muy valido. Tal es así que tuvo la suerte de ser elegido para liderarlos en una organización social que defendía los derechos de sus integrantes. En el interior de nuestro país y especialmente los pequeños productores históricamente fueron y lo son aun como se define este gringo del que les hablo, gente trabajadora, esforzada, decente, frontal y patriota, será seguramente por esa identificación que vieron en el, que lo eligieron para que los represente en la histórica organización que como todas las organizaciones de base, son las que por suerte empujan del carro para el lado de la justicia cuando la injusticia se hace realidad. En ese momento aparecen emergiendo con sus reclamos que gracias a estar organizados pueden hacerse sentir. Un día, llegó la buena para el campo, y el gringo argentino, despierto como es, con la honestidad que siempre lo caracterizó, vio que estaban dadas las condiciones para hacer un dinero. Esto de ninguna manera le generaba conflicto porque no estaba haciendo nada que la ley penalice, ni las costumbres del momento sancionen, sino por el contrario, se trató de una ola que invadió a todo el campo. El mundo fue cambiando, coincidieron una serie de factores que se complementaron. Las necesidades externas de alimento de otros países, la escasa población de nuestro país respecto de su territorio, la riqueza natural de nuestro suelo para generar alimentos, productores dispuestos al esfuerzo, una legislación débil que facilito el uso de productos químicos que estaban prohibidos en Europa y la necesidad del estado argentino de financiarse con lo que tenga a mano , no para salir de la dependencia económica, sino por el contrario, producto de esta dependencia, negarse el derecho de poner en tela de juicio algunos ensayos de otras naciones, ya sea en el sector económico, laboral y también el agrario. En este sector, que es el paño en el que mejor se movía el gringo, se dieron esas y otras condiciones para hacer buenos negocios, que por todo lo expuesto anteriormente eran lícitos y la moral del gringo ni se debía mosquear. Lo cierto que el tipo se las rebuscó para trabajar como agricultor, entre 700 y 800 hectáreas de campo de la zona de mejor rendimiento del país. No eran todas de el, pero era posible alquilar tierras, trabajarlas e igual daba ganancia. En aquella época no se cobraba como ahora retenciones, solo había que pagar el impuesto a la ganancia, pagarle un salario digno en blanco a la peonada, el crédito para las nuevas maquinas, esas que te hacen casi todo, además un gasto se iba en semilla.Había llegado el momento de la siembra directa en la argentina, por supuesto que la misma traía beneficios para el suelo, o eso se decía.“La siembra directa fue introducida por la agricultura moderna hace unos cuarenta años, esta práctica cubre oficialmente 96 millones de hectáreas sobre el planeta (es decir, 4 veces la superficie agrícola de Francia). Empezó con el loable deseo de luchar contra la erosión de los suelos. Sin embargo, se volvió la agricultura la más tóxica del mundo (quimeras genéticas + pesticidas a ultranza) y uno se podría preguntar si la lucha contra la erosión no era un gentil pretexto para aumentar, en forma considerable, los beneficios de la mafia que controla la agroquímica y las quimeras genéticas”Fuente Dominique Guillet , 20 de mayo 2007 - Association Kokopelli. FrancePero la siembra directa no vino sola, porque sola no funcionaba, vino con un producto nuevo que junto con la semilla nueva que trajeron los otros gringos, los mas bravos de todos, los de EEUU, hacían de la siembra directa y su rinde, algo así como magia para el gringo que tanto tiempo había trabajado de sol a sol, remando siempre, en las buenas y en las malas.El gringo estaba contento, porque con la nueva tecnología que podía comprar en los negocios de su pueblo, podría hacer de su campo, una mina verde, verde por el color que tomaba su siembra y también verde por los dólares que le daba de ganancia. Bien merecido lo tenia el gringo argentino, el nunca le había esquivado al bulto y no le iba a esquivar ahora que se podía hacer rico.Encima todo era legal y si había algo que no era correcto o que embromaba a alguien, como dice un filosofo de mi barrio, “El que ignora no traiciona ni delinque” Si habláramos en términos judiciales, se diría que es inimputable.El gringo hacia su negocio y ganaba bien.El que vendía la semilla mágica y el juguito que hace crecer las plantas ganaba bien.El que vendía las maquinas que te hacen casi todo con la siembra directa también ganaba plata.El que alquilaba su campo porque no se quería molestar en trabajar como el gringo, también ganaba.El estado, estaba insertado en la economía mundial y conseguía créditos gracias a permitirle a los de afuera que hicieran sus negocios, aceptando las recetas y las políticas dictadas para legislar en nuestro suelo a favor de los recetadores externos, es decir el estado ganaba por pertenecer al contexto económico internacional y se suponía que todos los argentinos ganábamos aceptando recetas de afuera, porque eso hacia que no nos echaran del planeta como si fuésemos extraterrestres. Por lo menos, palabras mas palabras menos, eso nos daban a entender. La verdad que daba miedo, tal vez de eso se trataba, de que nos de miedo.También ganaban los empleados del gringo que trabajaban en sus campos, ganaban porque el trabajo ya no era tan rudo, era más tecnológico y entonces les mejoraba la calidad de vida a los trabajadores que quedaban.Ganaban los que necesitaban mano de obra ya que la desocupación por cambio de tecnología, producía desocupados del campo que migraban a donde podían y pasaban a ser mano de obra barata y disponible.Había muchos ganadores y siguieron apareciendo más.Un día empezaron a aparecer como ganadores los médicos de los pueblos, las clínicas, los laboratorios de análisis y los que más empezaron a ganar fueron los laboratorios. Si, los laboratorios, no se si los mismos que inventaron la semilla mágica, pero estos vendían medicamentos. Puede ser que sean otros, aunque con esto de las sociedades anónimas y los accionistas, quien te dice, los dueños podrían ser los mismos.La siembra directa se transformó en un circulo virtuoso, donde todos ganaban, y ganaban tanto hasta que un día el estado que había tocado fondo, decidió por decreto de un senador que ejercía la presidencia Argentina, cobrarle a los productores como al gringo, un 10% de retenciones a lo que exportaban.Los productores se sintieron orgullosos de poder ayudar a la nación que estaba en problemas y con el patriotismo que siempre los caracterizó, aceptaron de muy buena gana.Bueno, mientras tanto, el gringo con sus hectáreas se las rebuscaba como buen padre de familia para ganar unos mangos y darle bienestar y estudio a sus seres queridos. Se imaginan al gringo, estaba chocho, había logrado lo que todo trabajador honesto quiere para sentirse realizado. Había logrado un estado de bienestar para los suyos. Eso no era poca cosa en la argentina que se caía a pedazos.La cosa estaba cada vez mas buena, hasta que parece que se puso turbia porque el estado, insaciable, como veía a los gringos que ganaban mucho, les aumento las retenciones, no le gusto nada al gringo pero el margen era muy alto y se la bancoDespués por estas cosas que no tienen explicación lógica pero hay expertos para explicarlas de todas las formas cada vez se ganaba mas porque parecía que los chinitos del otro lado del planeta, les encantaba nuestra comida y el estado que en la Argentina tiene fama de vago, de querer ganar plata sin laburar, les aumento otra vez las retenciones. El gringo ya empezó a mirar para los costados, acá me están jodiendo dijo y comenzó a juntarse con su gente, gente buena, pero también aparecieron los de siempre, los que está en todos lados, si, apareció también la mala junta.El estado le estaba sacando la plata del bolsillo a muchos gringos y a, otros re re gringos y como en todas las historias de ficción en esta tampoco podía faltar, ¿que paso? Apareció la gota que rebalso el vaso.Otra vez el estado, queriendo aumentar la retenciones y hay si se pudrió todo viejo. Flor de lío se armó.El gringo que no lo conocía nadie, se hizo famoso, armo semejante revuelo que le empezaron a hacer reportajes por televisión y le entro a gustar las luces de las cámaras y el micrófono. Sacó a relucir su capacidad para liderar protestas que el consideraba validas y algo de razón tendría porque logro mucho consenso, hasta hizo que un vicepresidente, por primera vez en la historia se fuera del gobierno, pero sin renunciar a su sueldo.En realidad entre nosotros, no fue el gringo el que convenció al vicepresidente, la verdad se la llevará a la tumba el vice, pero es comprensible, en un negocio en el que todos ganaban a quien se le podía ocurrir hacerlo poco rentable o peor aun rentable para pocos.Sus razones tendría el vice que se hizo amigo del gringo, al punto que capaz que lo invite a hacerse político. A buena hora, si se mantiene honesto como al principio.Pero algo empezó a llamar la atención de algunos, claro con el revuelo que se armo en el país, que hasta faltaba carne en las góndolas, la gente que antes no miraba o miraba solo lo superficial, empezó a dudar hasta del gringo, porque no se lo ve ignorante, entonces puede tener muchas razones cuando protesta, pero sigue con malas juntas y ya a esta altura mucha gente no tiene claro que es lo que defiende.Además como dije, no se lo ve ignorante, entonces como el que ignora no traiciona ni delinque, el que no ignora, se tiene que hacer cargo de lo que dice y de lo que defiende.Hace mucho que no se lo ve como antes, pero es capaz de aparecer, como es honesto y patriota, está públicamente en contra de todo lo que contamina, porque es un hombre que se crió rodeado de naturaleza y hoy en día las cartas de la contaminación ambiental ya están sobre la mesa, se diría que ya es una exigencia popular. Yo no se, pero se me hace que por su esencia de buena persona, esté sufriendo algún conflicto existencial, porque a esta altura de los acontecimientos, gracias a la siembra directa, y viendo quienes son los ganadores que trajo esa practica y por otro lado los perdedores que viene dejando en el camino, estar apoyando la continuidad de eso, es como mínimo raro.Pero bueno, el gringo es cabeza dura, le gusto el baile, y como baila bien, muchos se pusieron a bailar con el. Ahora esta chacarera parece que nunca se acaba y el gringo está por el medio de toda la gente que se largó a bailar y para mi, que confío en la esencia de las personas, se me hace que no puede salir. Otra posibilidad que se me ocurre es que una noche que lo trajeron a la capital, a una reunión con gente que tiene mucho poder, se encontró con el diablo, porque el diablo existe no es joda, el gringo le chingó y le vendió su alma.

Continuará………………………..

Textos relacionados:

5 comentarios:

Mariano T. dijo...

Ya a esta altura estar en contra de la siembra directa es como estar en contra del motor a explosión.
Podrá ser reformada por algo mejor, pero volver atrás a erosionar y degradar los campos no creo que suceda.

Ricardo dijo...

Muy bueno.

Nacho dijo...

Buen escrito.
¿Son amigos de De Angelis?

Jonathan dijo...

Mariano T
Lo jodido es el glifosato y los pesticidas.
Y el motor a explosión es buen negocio para las petroleras, pero está ampliamente aventajado por los motores eléctricos (http://www.deautomoviles.com.ar/articulos/tecnologia/autos-electricos-zap.html) y no contaminan.
"Gracias a la cooperación con el fabricante británico Lotus, el exterior del Roadster es el de un agresivo deportivo. Su aceleración es de envidiar, de 0 a 100 kilómetros por hora en 3.9 segundos. Y tiene una velocidad punta de 201 kilómetros por hora.
Pero bajo el capó, nadie va a encontrar el clásico motor de aluminio de los otros deportivos que existen en el mercado. Ni el tremendo ruido de un Ferrari o Porsche. Aún así, la motorización del Roadster equivale a 248 caballos de un motor de combustión."
http://www.latrinchera.org/foros/showthread.php?t=17929

Penélope dijo...

Con humor se pueden decir las cosas como son.
Un abrazo.