martes, 25 de agosto de 2009

La carrera armamentística en América del Sur

Hoy Latinoamérica se encuentra en una situación complicada de la cual nuestro país es obviamente parte.
Vemos que se esta dando algo así como una carrera armamentista en prácticamente todos los estados.
Como es notable, es posible ver en la región dos posturas bien definidas y algunas neutras.
Venezuela es de los que mas esta invirtiendo en compra de armamentos a países como Rusia o China, en lo cual es acompañada por Bolivia, a quien el país del norte tampoco le vende armas.
Si lo hace con Colombia y Chile por ejemplo, que tienen inmensos presupuestos de defensa.
Ahora, en un lugar intermedio entre estos bandos opuestos están la Argentina y Brasil.
El primero, dice el diario, ha incrementado la compra, inclusive de un submarino nuclear a Francia. Es mas, cerca de la mitad de todo el gasto en ese rubro en toda la región tiene allí su origen.
El otro lugar intermedio es el de nuestro país. ¿Porqué intermedio dirá algún kirchnerista latinoamericanista?
Comencemos diciendo que aquí no se ha entrado en ninguna carrera armamentística, y que el gasto en armas es ínfimo. Sin embargo, supuestamente, la tendencia del gobierno de turno, debería apuntar a apoyar al eje anti imperialista, de modo que la política coherente a ese punto sería rearmarse, para que se de apoyo a los vecinos afines y se defienda el proceso independentista. Pero no es así.
Y eso por un motivo de origen interno al país. Y me refiero a la oposición ideológica existente entre el gobierno y el ejército.
En los demás países la diferencia no es tan grave como aquí.
Claro que hay roces y diferencias en todos lados, pero no una oposición diametral.
El rearme reaccionario es el que se nos presenta con Chile y Colombia, Y el revolucionario, el venezolano y el boliviano. Brasil es algo mas intermedio y posee una tibieza que le permite acomodarse hacia donde convenga en cada momento. Pero su tibieza es tal porque lo es tanto política como militarmente.
La Argentina, en cambio es tibia, pero ni uno ni otro sector son tibios, sino absolutamente opuestos, y en suma tibios porque ninguno puede llevar a cabo en toda su dimensión lo que quiere.
Si se rearmara al ejército argentino, no hay dudas de que se estaría dando una gran mano al enemigo, y sería una imprudencia terrible.
En fin, en este rearme regional, la Argentina quedará en una grave inferioridad militar frente a sus vecinos. Pero eso sería realmente malo si el país fuera una unidad, pero no lo es. Porqué como sabemos, un campesino de cualquier país vecino, es mucho mas compatriota que un dirigente de la sociedad rural, y un arma en la mano de aquel es mucho mas constructiva de lo que sería si la tuviera el terrateniente.

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